Aislada del mundo durante varias décadas debido a sanciones económicas, Myanmar ha tenido un desarrollo seriamente restringido por la falta de capacidad para decidir y cumplir las diversas prioridades contradictorias. El país ha tenido un mejor desempeño que sus vecinos de Asia Meridional en cuanto a índices de alfabetización, sin embargo persisten brechas enormes en lo que se refiere a involucrar significativamente a la población en el proceso de construcción nacional en todos los niveles. Esto es real también en cuanto a las capacidades de los think tanks, como productores de conocimientos y pruebas que revisten de gran importancia para la formulación de políticas. Muchas de estas organizaciones locales recién están emergiendo o están en etapa de arranque.

Durante muchos años ha podido apreciarse que en muchos aspectos de la gobernanza, la economía y la sociedad de Myanmar hacía falta información basada en la investigación y el conocimiento que incluyera datos básicos locales y sea específica al contexto. En respuesta a ello, el Ministerio de Asuntos Mundiales de Canadá y el Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional (IDRC) lanzaron un programa para apoyar la transición democrática hacia los procesos de desarrollo económico de dicho país a través de la Iniciativa para el Saber a favor de la Democracia en Myanmar.

Apoyo de Think Tanks en Myanmar

Para implementar uno de los componentes de la Iniciativa para el Saber a favor de la Democracia en Myanmar, en junio de 2017 el IDRC abrió una convocatoria competitiva para que se presenten propuestas dirigidas a fortalecer la efectividad organizativa de los think tanks locales.

Recibimos una interesante variedad de solicitudes que fueron evaluadas sobre la base de criterios objetivos que se delinearon en la convocatoria. Luego de esta evaluación, el equipo del IDRC hizo una preselección y visitó algunas organizaciones en septiembre de 2017. Como resultado de ello se seleccionaron tres think tanks con sede en Rangún que recibirían financiamiento básico, o flexible, durante un período de tres años, con el objetivo de mejorar sus capacidades para realizar investigaciones de alta calidad sobre las prioridades locales y desarrollar estructuras organizativas. Entre ellos se incluyen: elCentre for Development and Ethnic Studies (CDES), Centre for Economic and Social Development (CESD) y Advancing Life and Regenerating Motherland (ALARM).

Los tres think tanks seleccionados representan una gama de estructuras organizativas y ámbitos temáticos de enfoque a través de las organizaciones de investigación sobre políticas en Myanmar. Consisten en una combinación de unos pocos think tanks consolidados y mayormente organizaciones muy jóvenes que trabajan en un amplio espectro de temas de política medioambiental, económica y social. Además, tienen estructuras organizativas diversas, de distintos tamaños, misión, declaraciones, mandatos, redes de trabajo y capacidad para llevar a cabo investigaciones y actividades de participación política. En muchos casos el personal de los think tanks está formado por personas que han vuelto a Myanmar luego del exilio o que han concluido sus estudios en otro lugar.

Como parte de este programa, los tres think tanks recibirán ayuda financiera junto con apoyo para el desarrollo de capacidades por parte de los agentes de los programas del IDRC, con el objetivo de que puedan fortalecer sus competencias para tomar decisiones organizativas en torno a los recursos humanos, la participación política, las comunicaciones y la recaudación de fondos, entre otras cosas.

Esto es emocionante para quienes hemos visto la manera increíble en que los think tanks locales contribuyen al desarrollo de sus comunidades. Esta modalidad de apoyo proviene de nuestra experiencia con laIniciativa Think Tank (ITT), un programa financiado con múltiples donantes que ha brindado apoyo esencial y enfocado para el desarrollo de capacidades a 43 think tanks, en 20 países de Asia Meridional, América Latina y África Occidental y Oriental, durante diez años entre 2009 y 2019. ITT apoya a los think tanks locales como aquellas organizaciones adecuadas para manejar, priorizar e involucrar a la gente, y ayudar a encontrar e implementar soluciones para los problemas locales.

El financiamiento básico o no asignado a fines específicos permite a los think tanks atraer y retener talentos para la investigación en políticas locales, establecer sus propias prioridades de investigación e invertir en la participación política y las comunicaciones de forma tal que se asegure que los resultados de la investigaciónorienten y ejerzan influencia en los debates sobre políticas regionales y nacionales.

Si bien estamos entusiasmados con la visión que han establecido las tres organizaciones para apoyar a Myanmar, podemos anticipar dos desafíos que se anteponen al logro de los resultados en este proceso:

Plazo de tiempo: Las Organizaciones evolucionan con el paso del tiempo. Si algo nos ha demostrado la experiencia de IDRC con la ITT es que el cambio es lo único constante, y que vivimos en un mundo muy dinámico, hiperconectado y complejo. Desarrollar capacidad organizativa para responder a las prioridades de las políticas o establecerlas requiere mucho tiempo, inversiones reiteradas y puede ser un proceso de mucha dedicación. Dado que los tres think tanks recibirán financiamiento solo durante tres años, las expectativas relativas a los resultados que puedan lograrse y la medida del éxito que se espera tienen que ser realistas y adaptarse al contexto dentro del cual trabajan los think tanks.

Capacidad del ecosistema: La cantidad de solicitudes recibidas en toda la convocatoria para este componente demostró el entusiasmo en Myanmar respecto de la función que las pruebas desempeñan a la hora de orientar la toma de decisiones para la formulación de políticas. Sin embargo, la realidad es que las capacidades en este ámbito son todavía muy escasas y el ecosistema para formular políticas con base empírica, aún está en sus comienzos. Por ejemplo, debido a la situación actual en la educación de nivel secundario y terciario en Myanmar, los think tanks tendrán dificultades para contratar y retener a empleados con alto nivel de formación para la investigación y otras áreas. La cantidad de gente capacitada es reducida, y también resulta una amenaza los salarios relativamente altos que pagan ciertas organizaciones internacionales o el sector privado. Otra dificultad es encontrar financiamiento sin asignación a fines específicos, o reducir la dependencia al financiamiento externo. Generar una demanda específica o producir pruebas en un tiempo y forma aceptables para los encargados de formular políticas, en sistemas de gobiernos que aún están desarrollándose, no es una hazaña sencilla. Más importante aún, la habilidad de permanecer independientes y objetivos en un contexto político frágil puede tornarse un desafío enorme.

De cualquier manera, queda bastante margen para que los think tanks usen el financiamiento básico de una manera inteligente y significativa, para dar forma a las prioridades de las políticas locales y ayudar a su implementación.

Promesa de los Think Tanks que reciben apoyo de la Iniciativa

Tenemos expectativas de que al cabo de tres años, los Think Tanks hayan logrado:

  1. Fortalecer sus capacidades para convertirse en catalizadores del cambio positivo, es decir, mejorar sus capacidades para causar un impacto en las políticas mediante diálogos tendientes a conformar políticas con pruebas y datos de calidad, oportunos y relevantes.
  2. Catalizar su potencial de liderazgo para apoyar la evolución de las estructuras de gobierno democrático, ayudar a formar las agendas con políticas localmente importantes e independientes, y crear un equipo de futuros líderes de Myanmar, investigadores de políticas y especialistas en la defensa de derechos que sean capaces de salvar la brecha entre las necesidades nacionales y locales en una democracia creciente.
  3. Comprometerse con nuevos grupos y diferentes partes interesadas para contribuir a los procesos de paz, y formulación de políticas socioeconómicas.

Este es un ensayo en un contexto nuevo, como parte de un programa mayor de apoyo al desarrollo de las capacidades, para generar y usar las pruebas en la conformación de políticas.